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EL GREMIO DE MAESTROS DE PRIMERAS LETRAS
Imagen  de un grabado de Garbriel Fernández Ledesma para conmemorar el cuarto centenario de la imprenta en México

En la Ciudad de México, al igual que los municipios, españoles lo más importante era la organización de la vida económica. En el año de 1523 los herreros pidieron permiso para formar un gremio, asociación de hombres del mismo trabajo (artesanos, mercaderes o profesionistas) unidos para lograr beneficios para su grupo.
El propósito de la asociación gremial era el de proteger a sus miembros de la competencia y al publico de las mercancías de poca calidad, las ordenanzas limitaban el ejerció del oficio a los miembros del cuerpo y les obligaban a llenar ciertos requisitos técnicos en la manufactura de los productos.
Si por una parte los gremios limitaron el ejercicio de un oficio a sus miembros y perjudicaron a los trabajadores no afiliados, por otra dieron reconocimiento y protección legal a los obreros frente al gobierno y al público, los artesanos se agruparon en cofradías, organizaciones religiosas paralelas a los gremios, para entender a sus hermanos menesterosos, ancianos, enfermos o lisiados para fomentar la piedad y el culto, dentro de este sistema gremial ocupaban un lugar los maestros de primeras letras, los cuales disfrutaban fueros adicionales otorgados por los reyes a los maestros españoles, que se desprendían de la tradición del estado español de reconocer de una manera especial la importancia y dignidad de  y visitaban las escuelas junto con los vendedores profesión magisterial. La idea de limitar la profesión de primeras letras a los españoles se debía no solo al deseo de mantener un monopolio para su raza, si no a la creencia de que maestros de color quebrado, arriesgarían la educación moral y religiosa de los niños, este gremio estaba gobernada por dos veedores electos en enero de cada año, por la membrecía en presencia del juez de información y del escribano del cabildo.

En la práctica los maestros mayores eran la autoridad máxima del cuerpo, presidian los exámenes Los gremios cumplieron un papel fundamental en la actividad económica desarrollada a todo lo largo de la Edad Media y aun más allá, en la medida que el proteccionismo y las rivalidades comerciales se acentuaron, extrapolándose al comercio interoceánico. 

Los gremios artesanales van a surgir como respuesta a la necesidad de proteger unos mercados restringidos, en un ámbito de alcance local. La aparición de los gremios mercantiles suponen un conjunto de variables más complejas, relacionadas con un mayor desarrollo industrial y comercial en torno a las amplias redes articuladas de producción y comercio que abarcan el mediterráneo, la región nórdica y la fachada atlántica europea. 
Los monopolios gremiales artesanales no fueron agentes de la acumulación originaria del capital; por el contrario, su desempeño representó un obstáculo para la acumulación capitalista. No resulta extraño que los negociantes, libres de las trabas impuestas por las comunidades de oficio, tuvieran más oportunidad de convertirse en estos agentes. Los gremios mercantiles, asociaciones de ricos comerciantes con una mentalidad proclive a la acumulación, si pueden considerarse, con todas las limitaciones, formando parte de los cambios por venir.
El ayuntamiento se quejo de que es el mismo gremio que obstaculizaba la selección de sus vendedores al convocar la elección.
Los escritores del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas, denominados philosophes, y desde 1751 enciclopedistas, contribuyeron a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. Pero ya en el racionalismo de René Descartes podría quizá encontrarse el fundamento filosófico de la Revolución. De este modo, la sola proposición «Pienso, luego existo» llevaría implícito el proceso contra Luis XVI.
La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se basaban en la razón, la igualdad y la libertad. La ilustración había servido de impulso a las Trece Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea. Tanto la influencia de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de «trampolín» ideológico para el desarrollo de la revolución en Francia.
La incorporación era un lance que modificaba la forma de enseñar y de enfrentarse a los escolares. Los encerados y las tizas desaparecían, pero el rol tradicional del profesor también en buena parte. No había demasiados precedentes, así que habría que ir improvisando.
Desde entonces han pasado tres años, y tanto Alfredo Veiga, director de la escuela, como Maria Àngels Sánchez, jefa de estudios, afirman que la incorporación de las TIC (tecnologías de la información y de las comunicaciones) a las aulas no es la panacea, pero sin duda es algo necesario para, ¡por fin!, equiparar la escuela a la sociedad del siglo XXI.

La Generalitat de Catalunya invirtió en TIC en el año 2004 18,23 millones de euros. Esto quiere decir, por ejemplo, que en las clases de P4 y P5 hay un ordenador por aula y en secundaria obligatoria y Bachillerato hay dos: un proyector, más un ordenador y un monitor conectados a él
Pero el problema real no sólo son las inversiones o el número de equipos por centro, sino la necesidad de un cambio de mentalidad que no acaba de producirse. "Algún autor ha mencionado que nos encontramos con escuelas propias del siglo XIX, profesores del XX y alumnos del XXI. Creo que la imagen es muy adecuada para entender el panorama educativo en el que nos hallamos situados", afirma Miquel Àngel Prats, docente de unas asignatura de nuevas tecnologías aplicadas a la educación en la Universitat Ramon Llull y vocal del Col • legide Pedagogs de Catalunya.
Son muchos quienes se quejan de los escolares de hoy en día como si de extraterrestres se trataran, les acusan de falta de concentración, de bajo nivel de lectura, de desinterés... Olvidando que tanto los niños como los adolescentes no son más que el resultado de una sociedad donde los estímulos son fugaces y constantes, los padres no tienen tiempo para ellos y la capacidad de atención escasea para todos.

LA VIDA ESCOLAR DE LOS NIÑOS

Los 3,500 niños varones en las escuelas de la capital pertenecían a todas las clases sociales pero en vista de que había mayor proporción de habitantes pobres en la ciudad, la mayoría de los alumnos eran de familias de escasos recursos.
EL EDIFICIO ESCOLAR

Aunque en 1782 se propuso construir cuatro edificios especiales para cuatro escuelas municipales, nunca se llevo a cabo el proyecto, por lo que le fue otorgado a uno que otro maestro el permiso del gobierno para poner su escuela  en un salón de uno de los conventos u hospitales de ordenes religiosas.  Los frailes instalaron sus cales en cuartos grandes que daban a la puerta falsa del convento.

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